Con gran fervor y alegría, la comunidad de Palmarito, en el estado Mérida, celebró la víspera del día central de San Benito de Palermo, el pasado 26 de diciembre. La festividad inició a las 10:00 p.m. con la tradicional Gaita de San Benito, que partió de la casa materna de la mayordoma al ritmo de tambora, clarinete y saxofón.
La celebración continuó durante la madrugada. A las 4:30 a.m. se dio inicio al Vasallo de San Benito, una procesión destinada a recuperar el tamborito prestado, necesario para las actividades del día 27. Aunque las fallas eléctricas dejaron a los asistentes en la oscuridad, la emoción de las gaiteras iluminó el ambiente con cánticos y versos vibrantes.
A las 6:00 a.m., las gaiteras entonaron el emblemático canto “Pío, pío, pío, llora gavilán se come los pollos y a mí no me dan”, marcando el cambio de la oscuridad a la luz y pidiendo la bendición de Dios. En ese momento, se llevó a cabo el encuentro entre la Gaita y el Chimbanguele, un emotivo acto que simboliza la unidad de la comunidad en torno a esta tradición.
Finalmente, los tambores fueron llevados al corral, listos para ser utilizados durante la salida del santo el 27 de diciembre a las 12:00 a.m., cuando culminan estas festividades que mantienen viva la identidad cultural de Palmarito.
Vía Marisol Pérez