En un giro significativo en la política comercial de Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha decretado una tregua parcial de 90 días en la guerra comercial, suspendiendo temporalmente los llamados “aranceles recíprocos” para la mayoría de los países, pero manteniendo aranceles elevados para China.
Esta decisión surge en medio de presiones de los mercados financieros y críticas internas del Partido Republicano y del sector empresarial. Aunque se mantienen aranceles del 10% para gran parte del mundo y medidas severas contra China, con un arancel del 125%, se busca abrir espacio para negociaciones y aliviar tensiones económicas.
China ha respondido con medidas similares, incrementando sus propios aranceles hasta un 84%, lo que ha generado preocupaciones sobre una posible escalada en las tensiones económicas globales.
La reacción de los mercados bursátiles ha sido positiva, con Wall Street cerrando con subidas históricas impulsadas por esta pausa. El Nasdaq subió un 12%, el S&P 500 un 9% y el Dow Jones un 8%.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, confirmó que este periodo de 90 días es el máximo concedido para alcanzar acuerdos arancelarios. Mientras tanto, la administración busca influir en socios comerciales como Japón y Corea del Sur, intentando abrir espacio para negociaciones.