Por primera vez en la historia de Mérida, un candidato a gobernador pone su firma para reconocer, uno por uno, lo que el Estado le debe a sus trabajadores. Con nombre, cédula y monto en mano, cada trabajador público recibirá una certificación oficial de deuda laboral, con respaldo legal y carácter irrevocable.
«Lo que no se mide, no se paga. Y lo que no se reconoce, no se cumple. Yo vengo a firmarte lo que te deben, y a comprometerme a pagarlo sin mentiras ni promesas vacías», aseguró Jorge Lemoine.
La medida, que no depende de ninguna ley nacional para emitirse, será la primera acción institucional firme que tomá Lemoine al asumir la Gobernación. El documento —que funcionará como título administrativo y prueba de acreencia— le dará al trabajador algo que hoy no tiene: certeza, respeto y la tranquilidad de que el Estado reconoce su derecho.
«Te voy a dar el papel que nadie quiso darte. Te voy a firmar lo que todos sabían que te debían y fingieron que no existía.»
¿Y el pago?
También vendrá. Pero con responsabilidad.
Lemoine dejó claro que el pago de esa deuda estará condicionado al diseño de un plan institucional, que requiere el apoyo del Consejo Legislativo, la Asamblea Nacional y hasta el Ejecutivo Nacional.
«No voy a improvisar. Yo necesito que tú me dejes trabajar para cobrar esa deuda por ti. Pero mientras tanto, tú vas a tener tu constancia firmada, sellada y con respaldo. Esa deuda, ya no podrán desconocertela jamás», afirmó.
«Los gobiernos pasan, pero el Estado queda. Y las deudas del Estado son eternas.»
El anuncio, que ha comenzado a circular por redes, ya genera impacto en hospitales, escuelas y dependencias regionales. Docentes, enfermeros, administrativos y obreros celebran lo que ven como una medida valiente y necesaria.
«Ya no estamos esperando a ver si nos van a pagar.
Ahora tenemos un documento que lo dice. Y ese documento tiene fecha, nombre y firma», dijo Lemoine.
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