El ataúd del Papa Francisco fue sellado este viernes 25 de abril en una ceremonia privada en la Basílica de San Pedro, en la víspera de su Misa funeral que se celebrará el sábado 26 por la mañana. Durante tres días, desde el miércoles 23 de abril, cerca de 250,000 personas acudieron a despedirse del pontífice, cuyo cuerpo estuvo expuesto frente al altar de la Confesión.
El féretro de madera contenía al Papa vestido con una casulla roja, mitra blanca y un rosario entre las manos. Como él mismo dispuso, su cuerpo descansaba directamente sobre el suelo, sin catafalco.
El rito fue presidido por el cardenal camarlengo Kevin Farrell. Durante la ceremonia, se leyó un documento que resumía los momentos clave de la vida de Jorge Mario Bergoglio, el Papa número 266, incluyendo su paso por Alemania en los años 80 y su labor pastoral en Argentina, donde vivía en un apartamento, cocinaba él mismo y se movía en transporte público.
El arzobispo Diego Ravelli cubrió el rostro del pontífice con un paño de seda blanca, mientras el cardenal Farrell lo rociaba con agua bendita. Luego, se colocó en el ataúd una bolsa con monedas y medallas acuñadas durante su pontificado.
Posteriormente, se cerró el ataúd de zinc con la cruz, el escudo papal y una placa con su nombre, fecha de nacimiento (17 de diciembre de 1936), fecha de elección como Papa (13 de marzo de 2013) y fecha de su muerte (22 de abril de 2025). Finalmente, fue introducido en un ataúd exterior de madera, también sellado con los sellos oficiales del Vaticano.