Con una caminata de casi 15 kilómetros, desde Valera a Isnotú, peregrinos de varias partes del país se congregaron en el pueblo natal de San José Gregorio Hernández para celebrar su primera fiesta Litúrgica como santo de la Iglesia Católica.
Monseñor José Trinidad Fernández, obispo de Trujillo, afirmó en la homilía de la misa solemne, la necesidad de sanar las enfermedades que como venezolanos, impiden que vivamos en comunión. Exhortó a los feligreses a ser constructores de paz al estilo de JGH.
«Que Dios bendiga a este país que necesita ser curado y sanado de tantas enfermedades que no nos dejan vivir en comunión con nuestros hermanos y hermanas. Sanar en nuestro corazón las heridas que produce el malvado como el egoísmo, como el odio, como la violencia, es lo que hace que se visite de las tinieblas del corazón del perverso, del malvado, y es lo que permite que endurezca en la humanidad, la paz que siempre amamos. Seamos constructores de paz al estilo de José Gregorio Hernández, constructores de la paz de Cristo».
La Diócesis de Trujillo invitó a los devotos de JGH a continuar en la festividad por su canonización, e invitó a los feligreses a participar en la misa nacional pautada para el próximo sábado 1ro de noviembre, dónde se espera la presencia de todo el clero católico nacional.