El rumor circulaba desde hacía una semana, hace un par de días Dagospia, el sitio «backstory» editado por Roberto d’Agostino, hablaba de ello: el Papa que utiliza la palabra «maricón». Sucedió el pasado lunes 20 de mayo, en el encuentro a puertas cerradas entre Francisco y los obispos italianos que llegaron a Roma para la asamblea general. Estábamos hablando de un tema muy serio que preocupa a la CEI desde hace meses: si admitir en los seminarios a candidatos abiertamente homosexuales y en qué medida. Y Francisco, aunque reiteró como siempre la necesidad de acoger a todos, se mostró muy rígido al respecto, reiterando su «no» a las aperturas de la mayoría de los obispos. Y lo dijo a su manera, pensando en utilizar un tono coloquial y observando que en los seminarios «ya hay demasiado fagotismo»
Algunos obispos confirman y explican al Corriere que, más que vergüenza, la salida fue recibida con algunas risas incrédulas, la metedura de pata de Bergoglio fue tan evidente: el italiano no es su lengua materna, incluso en su familia de niño hablaban piamontés al menos, y En resumen, era evidente que el Papa no era consciente de lo ofensiva que es la palabra en italiano.
Algo parecido le había sucedido al compatriota de Francisco, el cardenal argentino Víctor Mánuel.
Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, quien, al presentar hace unos diez días las nuevas normas de la Santa Sede sobre las apariciones, dejó escapar a los periodistas que estaba «haciendo tonterías». ~ Lea el artículo completo en @corriere