La enfermedad renal crónica afecta al 10% de la población venezolana, y más de 5.300 personas dependen de diálisis o trasplantes para sobrevivir, según la Sociedad Venezolana de Nefrología. Se estima que en 2026 la cifra supere los 6.000 pacientes.
“La atención de un paciente renal en diálisis le cuesta al Estado 20.000 dólares al año, mientras que con un trasplante ese número se reduce a la mitad”, explicó José Andrés Escalona Viña, presidente de la SVN.
Más del 50% de las máquinas de diálisis están inoperativas por falta de mantenimiento y repuestos. Aunque el gobierno ha inaugurado nuevas unidades en Caracas y Guarenas, aún no hay datos oficiales sobre su impacto en la crisis. En estados como Aragua, Sucre y Zulia, los pacientes enfrentan escasez de insumos, fallas de agua y electricidad, y problemas de transporte.
El número de trasplantes renales ha caído de 360 anuales a solo 100 debido a la falta de donantes y medicamentos. “Es urgente que el Estado declare esta crisis como un problema de salud pública”, enfatizó Escalona Viña./Efecto Cocuyo