La Orden Bicentenario de la Victoria de Ayacucho impuso ayer el presidente Maduro a los funcionarios sancionados por Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá
Caracas. Para iniciar su intervención en la clausura del Congreso Internacional Antifascista, el presidente Nicolás Maduro tuvo unas palabras de respuesta al exmandatario colombiano Álvaro Uribe Vélez, quien pidió conformar una coalición mundial para invadir a Venezuela.
“Cobarde, ven tú al frente de las tropas, fascista, criminal, narcotraficante, da la cara”, reclamó el jefe de Estado venezolano. A ese comentario, el plenario del Congreso Antifascista comenzó a corear la consigna “Uribe, paraco, el pueblo está berraco”. Para cerrar ese tema, Maduro concluyó que “pasó el 10 de enero y Venezuela sigue en paz”.
El Presidente recordó que el movimiento antifascista nacido en Caracas ya existe en 77 países, lo cual significa que “existe consciencia del peligro que representan las corrientes fascistas”. Y alertó que “la humanidad está frente a la amenaza del resurgimiento de fuerzas fascistas que están delirando de poder y no tienen límites en sus ambiciones de saquear nuestras riquezas”. En contraste, Maduro dijo que “tampoco nosotros tenemos límites por nuestro derecho al futuro”.
En un momento de su discurso, Maduro bromeó diciendo que se había reunido en un local de Chacaíto con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien hace dos días hizo creer que estaba en territorio venezolano para asistir a una pretendida juramentación del excandidato Edmundo González.
“Lo que sí te puedo decir, Bukele, es que el Frente Farabundo Martí es parte del congreso antifascista”, comentó el presidente Maduro, quien de seguido saludó la llegada de la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Aprovechó ese momento para seguir su tono de humor al preguntar si había llegado Edmundo González. “¿Llegó?, para entregarle”, bromeó.
Respecto a las nuevas sanciones impuestas a funcionarios civiles y militares por parte de Estados Unidos, el presidente venezolano dijo: “Allá ellos con su odio”. Refirió que este 11 de enero inició la construcción de una nueva etapa de la Revolución Bolivariana. “El que dude, venga a Venezuela en son de paz y hable con la gente”, acotó.
El Presidente hizo un balance de las marchas realizadas entre el 9 y 10 de enero con ocasión de su juramentación. Refirió que de 300 puntos donde un sector de la oposición pautó sus convocatorias, solo respondieron 20.
“En Venezuela tiene que haber paz”, dijo Maduro, quien describió a la convocante de esa actividad, María Corina Machado, como “la cachorra de Álvaro Uribe Vélez”. Al margen de las cantidades de personas movilizadas, el Presidente dijo que “el espíritu que hubo en las calles fue de entendimiento, porque nadie quiere la intervención de Álvaro Uribe”.
Maduro exaltó las conclusiones a las que arribaron los delegados del congreso antifascista y a ellas agregó la idea de “avanzar hacia una gran alianza mundial por la paz”.
CONDECORACIÓN A SANCiONADOS
La Orden Bicentenario de la Victoria de Ayacucho impuso ayer el presidente Maduro a los funcionarios sancionados por Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá. Entre los condecorados que desfilaron ayer por la tribuna central del Centro de Convenciones La Carlota figuran los magistrados Caryslia Beatriz Rodríguez, Malaquías Gil, Lourdes Anderson, Tania D’Amelio, Fanny Márquez, Juan Carlos Gutiérrez e Inocencio Figueroa. También fueron condecorados los rectores del Consejo Nacional Electoral Carlos Quintero y Rosalba Gil; el presidente de Pdvsa, Héctor Obregón; los generales Domingo Hernández Lárez, Manuel Enrique Castillo, Johan Hernández Lárez, Félix Osorio Guzmán, así como el director y subdirector del Cicpc, Douglas Rico y Jhonny Salazar, entre otros