El Gobierno de Nicolás Maduro cometió “crímenes de lesa humanidad” antes, durante y después de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Así de claro lo tiene la Misión Internacional
Independiente de la ONU para Venezuela en un contundente informe, en el que ve “motivos razonables para creer” que se produjeron “violaciones de los derechos humanos” en los pasados comicios presidenciales.
El documento de 158 páginas abarca el periodo comprendido entre el 1 de septiembre de 2023 y el 31 de agosto de 2024 y acusa a las fuerzas de seguridad y a los grupos civiles armados progubernamentales de asesinatos, desapariciones forzadas, actos de tortura y violencia sexual y de género en unas elecciones marcadas por la persecución de opositores y la represión de las protestas tras los comicios.
Las fuerzas de seguridad estuvieron “involucradas masivamente” en violaciones de derechos humanos tales como detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza para reprimir protestas, o tratos crueles y degradantes, indica el documento, señalando como responsables a los servicios de inteligencia civil
(SEBIN) y militar (DGCIM), así como a la Guardia Nacional Bolivariana y a la Policía Nacional.