A las puertas del sorteo oficial del Mundial de Fútbol 2026, que se celebrará este viernes en el Kennedy Center de Washington D. C., la Casa Blanca ha admitido que no descarta la realización de redadas de inmigrantes durante la celebración del torneo. El evento, que será el mayor en la historia del fútbol con 48 selecciones y sedes en Estados Unidos, México y Canadá, se desarrollará en un clima marcado por el endurecimiento de las políticas migratorias del presidente estadounidense, Donald Trump.
Andrew Giuliani, representante de la Casa Blanca ante el grupo de trabajo conjunto con la FIFA, aseguró que el Gobierno está acelerando los procedimientos de visado para los aficionados que adquieran entradas oficiales del Mundial. Sin embargo, afirmó que el presidente “no descarta nada que ayude a que los ciudadanos estadounidenses estén más seguros”, dejando abierta la posibilidad de operativos contra inmigrantes en situación irregular durante el campeonato.
Giuliani defendió que Estados Unidos quiere “dar la bienvenida al mundo, pero legalmente”, y sostuvo que la agilización de visados para quienes cuenten con tiquetes oficiales es “una invitación” en el marco de la celebración del 250 aniversario del país. También destacó que el Departamento de Seguridad Nacional está incentivando a las personas en situación irregular a acogerse a procedimientos de salida voluntaria.
Las restricciones migratorias recientes ya afectan a ciudadanos de 19 países, entre ellos Irán y Haití, cuyas selecciones se encuentran clasificadas. Aunque se garantizará la entrada a jugadores, cuerpos técnicos y personal esencial, los aficionados de estos países enfrentarán serias dificultades para ingresar a territorio estadounidense.
A nivel logístico, la FIFA confirmó que limitará el uso del sistema de precios dinámicos para las entradas, tras críticas por el elevado costo de los tiquetes, que en la final podrán superar los 6.700 dólares. Cada federación recibirá el 8% de los boletos para sus partidos a precios fijos.
El grupo de trabajo conjunto destacó que este será “el mayor evento deportivo de la historia humana”, con una audiencia global prevista de más de 2.000 millones de espectadores para la final. La Casa Blanca aseguró que ha estudiado las experiencias de seguridad de grandes competiciones previas —incluidos el Mundial de 1994, los Juegos Olímpicos de 2002 y la Eurocopa 2024— para garantizar un entorno seguro tanto para residentes como para visitantes.