Isaías Rodríguez, abogado y egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), fue el primer vicepresidente ejecutivo tras la aprobación de la Constitución de 1999. En el 2000, asumió como fiscal general, cargo que ocupó hasta 2007, en medio de críticas por su afiliación al chavismo.
Rodríguez jugó un papel relevante en el golpe de Estado de 2002 al negar un vacío de poder. Su gestión en la Fiscalía estuvo marcada por controversias, como el asesinato del fiscal Danilo Anderson en 2004.
En 2017, regresó como constituyente y, en 2019, fue nombrado embajador en Italia, pero renunció alegando falta de recursos y denunciando irregularidades en el entorno de Nicolás Maduro. Su renuncia generó polémica al revelar que enfrentó dificultades económicas, incluso recurriendo a la venta de bienes personales para sostenerse.
Rodríguez dejó una huella en la política venezolana con una mezcla de influencia, lealtad al chavismo y conflictos que marcaron su carrera pública.