Buenos Aires. Juan de Dios Araujo Briceño, un financista venezolano de 34 años, fue encontrado muerto en su departamento en Villa Urquiza, Buenos Aires. El hallazgo ocurrió este martes por la tarde, luego de que su empleada doméstica alertara al 911 al encontrarlo maniatado sobre la cama, con cinturones de cuero atados en piernas, brazos y cuello.
Un financista con vida estable en Argentina
Araujo Briceño había llegado al país hace ocho años y desde hace cuatro se dedicaba al cambio de divisas y remesas. Aunque no manejaba grandes sumas de dinero, su negocio le permitía llevar una vida acomodada en Buenos Aires y enviar unos 500 dólares mensuales a su madre en Venezuela.
Fuentes cercanas indicaron que era propietario de algunos locales de comida típica venezolana, los cuales también servían como fachada para su actividad financiera. Sus principales clientes eran miembros de la comunidad venezolana en Argentina. Además, había comentado recientemente a sus amistades que estaba iniciando un emprendimiento en el sector de la construcción.
En el mismo edificio donde fue asesinado vivían su hermana y su sobrina, quienes aún no han declarado sobre el caso.
La escena del crimen y las primeras hipótesis
El cuerpo de Araujo fue encontrado en su cama, atado con cinturones y sin signos vitales. Según la Policía de la Ciudad, la escena del crimen estaba revuelta, pero no había signos de ingreso forzado, lo que sugiere que la víctima conocía a su asesino.
Los investigadores analizan la posibilidad de que Araujo haya sido víctima de una “viuda negra”, dado que solía contratar trabajadoras sexuales y llevar mujeres desconocidas a su casa. Amigos y allegados le habían advertido sobre los riesgos de esta práctica, pero él desestimó las preocupaciones.
Como parte de la investigación, la División Homicidios de la Policía de la Ciudad secuestró imágenes de cámaras de seguridad en el ingreso del edificio y sus alrededores, además de recoger pruebas en la escena, incluyendo cabellos, vasos con huellas y ropa de mujer. También se llevaron su celular, lo que podría dificultar la reconstrucción de sus últimos movimientos.
Investigación en curso
La causa está en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°30, a cargo de Pablo Recchini, con la colaboración de la Policía Científica. Hasta el momento, no hay detenidos, pero las autoridades esperan que el análisis de las pruebas y las grabaciones de seguridad permitan esclarecer el crimen en los próximos días.