En una emotiva manifestación de fe, un gran número de feligreses participó este martes en el tradicional Viacrucis que se llevó a cabo desde el final de La Culata hasta la comunidad de Valle Muerto, en la parroquia Gonzálo Picón Febres del municipio Libertador.
La peregrinación, que comenzó a las 8:00 de la mañana, reunió a personas de distintas edades y sectores, quienes caminaron guiados por su espiritualidad y devoción.
Algunos lo hicieron para agradecer a Dios por bendiciones recibidas, otros para pedir por alguna necesidad especial o cumplir promesas hechas en momentos difíciles.
Durante el trayecto, el grupo Águilas de Rescate El Playón acompañó y asistió a los participantes, brindando seguridad, orientación y apoyo en cada tramo del recorrido, lo que permitió que la experiencia se desarrollara de manera organizada y segura.
A las 11:00 de la mañana, la procesión llegó a Valle Muerto, donde se celebró una solemne misa presidida por el padre Gabriel Rivas. La eucaristía estuvo impregnada de fe, amor y un profundo sentido de encuentro con Dios, que tocó el corazón de los asistentes.
“El Viacrucis es caminar junto a Jesús, compartir su cruz y recordarnos que, a pesar del dolor, siempre hay resurrección”, expresó el sacerdote durante su homilía.
La majestuosidad de las montañas que rodean el lugar, con su belleza natural y su atmósfera serena, aportó un carácter aún más sublime a la jornada. Entre cantos, oraciones y silencios reverentes, los presentes vivieron una experiencia espiritual profunda.
Este acto de fe se consolida cada año como una de las expresiones religiosas más significativas de la parroquia, uniendo a la comunidad en oración, gratitud y amor cristiano.
Con información del Belkis Fuenmayor, ECOS- ULA