El subdirector ejecutivo de la rama de seguridad nacional del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, Robert Wells, informó este domingo que dicho organismo está investigando el atentado del sábado en un mitin en Pensilvania contra el expresidente Donald Trump como un “acto de terrorismo doméstico”. Dijo además que el autor del hecho, Thomas Mathew Crook, un joven de 20 años en cuyo vehículo —que se encontraba estacionado cerca del lugar del evento— fueron hallados un lote de explosivos, había actuado en solitario y que por tanto no había motivos de preocupación para la seguridad pública.
Crook, quien fue abatido durante el incidente, portaba un rifle tipo AR y se encontraba a unos 118 metros del lugar donde el expresidente pronunciaba su discurso en medio de su campaña para las elecciones del próximo 5 de noviembre.
La otra víctima mortal del atentado fue identificada como Corey Comperatore, un bombero de 50 años, padre de dos hijos, quien falleció al lanzarse para proteger a su familia de los ataques.
Steve Nottingham, del SWAT en California, calificó el hecho como una “falta fundamental de seguridad”, pues no fueron cubiertos con anticipación los posibles lugares desde donde una persona podría disparar. Jim Cavanaugh, un agente especial retirado, no se explicó cómo Crook pudo ubicarse en un lugar elevado para disparar, pues en este tipo de eventos “no se permite a nadie caminar por los tejados”.