El 11 de septiembre, familiares de presos políticos y defensores de derechos humanos se concentraron en la plaza Bolívar de Chacao para marchar hacia la embajada de Brasil en Caracas. Su objetivo era entregar una carta al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, solicitando su intervención en favor de los detenidos, a quienes consideran inocentes.
Sol Ocariz, hermana del dirigente de Primero Justicia Edward Ocariz, expresó su descontento por los cargos de terrorismo y escándalo público que enfrenta su hermano.
“Deben interceder porque todas estas personas son inocentes. Aquí no hay asesinos ni ladrones, solo presos políticos que sufren por ejercer su libertad de expresión”, afirmó Ocariz.
Andreína Baduel, hermana del general Raúl Isaías Baduel, fallecido bajo custodia estatal, denunció las torturas que sufren los presos políticos y pidió a Lula que actúe en su favor. “Pedimos la mediación de Lula da Silva porque en Venezuela la disidencia sigue siendo criminalizada”, señaló Baduel. Un representante de los manifestantes entregó la carta en la embajada brasileña, que detalla las exigencias de los protestantes.
A pesar de los intentos de mediación de Lula y otros líderes latinoamericanos, el diálogo con el gobierno venezolano no ha tenido resultados concretos hasta ahora.
A la vez, Lula expresó que Brasil recibirá a los migrantes venezolanos con respeto, en respuesta al creciente flujo de personas que cruzan la frontera desde Venezuela.
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