La crisis del Sistema Eléctrico Nacional sigue afectando a los venezolanos debido a la ausencia de planes de inversión sostenibles y la falta de mantenimiento preventivo. Estos factores han provocado un aumento constante de fallas en todo el país, impactando gravemente la calidad de vida de la población.
A esta situación se suma la mala gestión administrativa y casos de corrupción en el sector eléctrico, donde miles de millones de dólares han sido despilfarrados sin que los responsables hayan sido sancionados.
Según una encuesta del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) realizada en 2022, el 62 % de los ciudadanos calificó negativamente el servicio eléctrico, alcanzando niveles críticos en ciudades como San Cristóbal (92,9 %), Maracaibo (77,3 %) y Mérida, donde las fallas son constantes y prolongadas, afectando comercios, hospitales y hogares.
Entre las principales causas de la crisis se encuentran la deficiencia del parque térmico, proyectos inconclusos, aumento de la demanda sin suficiente capacidad instalada y la falta de mantenimiento en los sistemas de transmisión y distribución.
Ante este panorama, el sector empresarial, a través de Fedecámaras, ha propuesto colaborar con recursos para mejorar la infraestructura de los servicios públicos. Se espera que el Ejecutivo analice esta propuesta y tome medidas concretas para solucionar el problema eléctrico en el país.
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