El chavismo colocó este jueves 9 de enero tarimas en diversos puntos de Caracas convocados por el Comando Con Vzla, como parte de una movilización masiva para mostrar respaldo al gobierno de Nicolás Maduro. Las estructuras, instaladas en lugares estratégicos como la avenida Francisco de Miranda, buscan reforzar la presencia oficialista en la calle y contrarrestar las protestas convocadas por la oposición.
Mientras tanto, la líder opositora María Corina Machado llamó a sus seguidores a concentrarse en lugares como el Distribuidor Santa Fe, la calle Élice de Chacao, el centro comercial Líder y la avenida de Teherán en Montalbán, con el fin de manifestarse contra Maduro y en apoyo al dirigente opositor Edmundo González Urrutia. Estas convocatorias tienen como objetivo reactivar la movilización ciudadana y desafiar al oficialismo en un contexto de creciente presión política y social.
Despliegue oficialista en las calles
El oficialismo desplegó tarimas en puntos clave como la calle Élice de Chacao y las inmediaciones del centro comercial Líder, zonas que coinciden con las convocatorias opositoras. Además, se ha observado un incremento de la presencia de cuerpos de seguridad, que realizaron patrullajes nocturnos en lugares como La Vega, en un aparente intento de disuadir las concentraciones opositoras. Desde el pasado fin de semana, el gobierno de Maduro ordenó un amplio despliegue militar y policial en las principales avenidas de Caracas para evitar protestas en su contra.
En reuniones internas, el PSUV ha hecho un llamado a sus bases y a los colectivos aliados a “defender Caracas” antes, durante y después de la toma de posesión prevista para este viernes 10 de enero, lo que refleja el interés del oficialismo en controlar la narrativa y los espacios públicos.
Preocupación por los derechos humanos
Organizaciones de derechos humanos han expresado su alarma por la presencia de cuerpos de seguridad como el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), señalados por informes internacionales de cometer violaciones graves contra opositores. Esta militarización genera preocupación sobre posibles enfrentamientos y nuevas violaciones de derechos fundamentales.
División y tensiones internas
El enfrentamiento en las calles refleja también tensiones internas tanto en el oficialismo como en la oposición. En el PSUV, se han intensificado las reuniones para garantizar control en un momento de cuestionamientos internacionales a la legitimidad del gobierno de Maduro. Por su parte, el Pacto Unitario Democrático (PUD), que aglutina a la oposición, enfrenta dificultades para mantener la unidad, con debates sobre las estrategias a seguir.
Un escenario de incertidumbre
La jornada del 10 de enero será clave para medir las fuerzas políticas en Venezuela, en un contexto de alta polarización, movilizaciones y despliegue militar. La tensión crece a medida que ambos bandos buscan consolidar su presencia en las calles y enviar mensajes de fortaleza a nivel nacional e internacional.