La temporada navideña, que por tradición es el período de mayor dinamismo comercial en Venezuela, evidencia este año la profunda contracción de la economía familiar. El esperado repunte de las ventas choca con la realidad de un poder adquisitivo mermado, lo que ha transformado los patrones de consumo y plantea un panorama complejo para los comerciantes.
Asdrúbal Oliveros, socio-director de Ecoanalítica, proporcionó el contexto macroeconómico de esta desaceleración. El economista explicó que la época navideña ya no genera el «efecto multiplicador extendido que tuvo en el pasado».
La causa principal de esta caída en el consumo es la reducción del poder adquisitivo, vinculado a la merma en las bonificaciones y aguinaldos, un golpe severo para los empleados del sector publico.
Este nuevo escenario obliga a los ciudadanos a realizar una estricta priorización de sus gastos. Según el análisis de Oliveros, la mayor parte del ingreso disponible se concentra en bienes esenciales como alimentación.
A pesar de la contracción económica que atraviesa el país, la temporada decembrina continúa siendo la época comercial más importante del año en Venezuela; así lo afirmó este miércoles el economista Asdrúbal Oliveros en entrevista con Román Lozinski para Circuito Éxitos, donde analizó el comportamiento del consumo en el último trimestre del presente año.
“Somos una cuarta parte de lo que llegamos a ser en términos de tamaño económico. Aunque la Navidad sigue siendo la más comercial, ya no tiene el efecto multiplicador extendido que tuvo en el pasado”, explicó Oliveros, al referirse al impacto limitado que hoy tiene esta temporada en comparación con años anteriores.
Destacó que la política de bonificaciones y aguinaldo ha sido más restringida en el sector público que en el privado, lo que ha afectado directamente el nivel de consumo: Las compras se concentran principalmente en alimentos, ropa, calzado y juguetes, mientras que rubros como mantenimiento, reparación y decoración presentan menor dinamismo.
En relación al turismo, a propósito del venidero asueto navideño y de fin de año, Oliveros señaló que la isla de Margarita se posiciona como el destino más beneficiado durante las festividades. “Una buena parte de personas de la zona no insular de Venezuela viajan hacia la isla, lo que también genera impacto en el transporte terrestre y aéreo”.
No obstante, de acuerdo a sus estimaciones, la actividad económica navideña actual representa apenas entre un 25% y 30% de su mejor momento histórico, reflejando una caída significativa en el gasto y el movimiento comercial.