Productores agrícolas denuncian pagos en bolívares mientras deben adquirir insumos al precio del dólar paralelo, lo que pone en riesgo la producción alimentaria.
Mérida, 5 de abril de 2025. – El reciente aumento del dólar paralelo, que en marzo superó los 100 bolívares, ha agravado la ya precaria situación de los productores agrícolas en el estado Mérida. Aunque esta entidad es reconocida por ser uno de los principales centros agrícolas del país, los trabajadores del campo enfrentan cada vez más obstáculos para mantener su actividad, especialmente por el encarecimiento de los fertilizantes y agroquímicos.
José Gil, agricultor de la zona del páramo, denunció que mientras reciben pagos por sus cosechas a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), deben comprar insumos agrícolas al precio del dólar paralelo, lo que genera pérdidas inmediatas. “Está muy fuerte comprar los agroquímicos. El precio es muy alto, y no se compensa con lo que recibimos producto de nuestras cosechas”, declaró Gil.
Según explicó, si le pagan una cosecha de ajo en 1.000 dólares por transferencia a la tasa del BCV (70,25 Bs), termina perdiendo cerca de 300 dólares al comprar insumos al paralelo (99,47 Bs). “Disfrazaron el paralelo aumentando los precios de un momento a otro”, agregó.
Carlos Rojas, otro productor de la región, aseguró que se debate entre seguir trabajando o abandonar sus cultivos. “Estamos entregando alimentos, abasteciendo los mercados, llenando las neveras de millones de venezolanos. No es posible que quienes producimos la comida estemos en una situación tan lamentable”, expresó.
La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines (SVIAA) ya había alertado en enero sobre la disminución de terrenos sembrados debido al alza constante del dólar, lo que podría generar escasez. “Los agricultores compran en dólares, pero reciben bolívares por sus cosechas, lo que genera pérdidas y afecta la producción”, advirtió su presidente Elías López.
Por su parte, Fedeagro reveló que la superficie destinada a la siembra en Venezuela se redujo un 43 % en 2024, pasando de 2 millones de hectáreas a apenas 1 millón 140 mil. El presidente del organismo, Celso Fantinel, señaló que la falta de financiamiento, el difícil acceso a insumos y la escasez de combustible han sido factores clave en esta caída.
Aunque los agricultores han buscado soluciones como la diversificación de cultivos y nuevas prácticas agroecológicas, el panorama para el sector agrícola sigue siendo incierto, con el aumento del dólar como uno de sus principales enemigos.
Fuente: Emmanuel Rivas / Caleidoscopio Humano