La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha generado preocupación en América Latina por el impacto potencial en temas como comercio, migración y relaciones diplomáticas. Países como México, Brasil, Argentina y Venezuela anticipan cambios significativos en sus vínculos con Washington.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su optimismo moderado y confianza en la estabilidad que ofrece el T-MEC. Sin embargo, analistas prevén fricciones, especialmente en temas migratorios y de seguridad.
Por su parte, el presidente argentino, Javier Milei, celebró el regreso de Trump y anticipa una relación más cercana entre ambos países, mientras que aliados de Bolsonaro en Brasil ven una oportunidad para presionar por una posible amnistía para el expresidente.
Otros países, como Cuba y Venezuela, temen un endurecimiento en las sanciones. Nicolás Maduro, en Venezuela, sugirió la posibilidad de un “nuevo comienzo” en la relación, mientras que Cuba espera con cautela, anticipando más restricciones financieras.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele observa con preocupación el tema migratorio, ya que las deportaciones masivas podrían afectar la economía del país, sustentada en gran parte por las remesas enviadas desde EE.UU.