El presidente Donald Trump aprobó medidas adicionales para presionar a Venezuela y prepararse para la posibilidad de una campaña militar más amplia. Según fuentes consultadas, Trump dio el visto bueno a los planes de la CIA sobre medidas encubiertas dentro de Venezuela, operaciones destinadas a preparar el campo de batalla para nuevas acciones.
No está claro cuáles podrían ser estas acciones ni cuándo se llevarían a cabo. Aunque Trump no ha autorizado la presencia de fuerzas de combate en territorio venezolano, la siguiente fase podría incluir sabotajes u operaciones cibernéticas, psicológicas o informativas.
Al mismo tiempo, el mandatario abrió una nueva ronda de negociaciones a través de canales indirectos. Estas conversaciones derivaron en la oferta del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de dimitir tras una transición de dos a tres años, propuesta que la Casa Blanca rechazó por considerarla inaceptable.
En medio de este escenario, las conversaciones informales también han revelado la disposición de Maduro a ofrecer acceso a la riqueza petrolera venezolana a empresas estadounidenses. Trump reconoció públicamente la existencia de estos contactos, aunque mantiene una posición ambigua sobre las opciones en la mesa, que incluyen desde una salida diplomática hasta una intervención más directa.
Como parte de la operación “Lanza del Sur”, Estados Unidos ha desplegado en la región la mayor concentración naval desde la crisis de los misiles en Cuba. El portaaviones Gerald R. Ford llegó al Caribe durante el fin de semana, sumándose a un contingente de 15.000 militares y diversas unidades anfibias y aéreas.
La campaña de presión también incluye la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista a partir del 24 de noviembre, lo que abre nuevas vías de acción contra altos funcionarios venezolanos vinculados al gobierno de Maduro.
En paralelo, EE. UU. ha lanzado 21 ataques contra embarcaciones que, según la administración Trump, transportaban drogas, dejando al menos 83 personas muertas. Sin embargo, estos ataques —realizados sin autorización del Congreso— han generado críticas por la falta de evidencia pública y por la posibilidad de que las víctimas no fueran combatientes.
Trump mantiene abiertas todas las opciones respecto a Venezuela, incluyendo negociaciones directas con Maduro y la posibilidad de introducir fuerzas terrestres. “No descarto nada”, dijo recientemente. “Solo tenemos que ocuparnos de Venezuela”./The New York Times