Santiago de Chile. — La candidata de izquierda Jeannette Jara y el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, pasaron a la segunda vuelta presidencial tras obtener el 26,63 % y 24,25 % de los votos, respectivamente, con el 62,76 % de las mesas escrutadas la noche del domingo. La postulante Evelyn Matthei, con un 13,04 %, fue la primera en reconocer su derrota.
La jornada electoral estuvo marcada por un ambiente tenso para la población migrante en Chile, especialmente para los cientos de miles de venezolanos habilitados para votar. Diversos grupos señalaron que la campaña estuvo dominada por un discurso antimigrante, lo que transformó la elección —que debía vivirse como una fiesta democrática— en un proceso cargado de preocupación y sensación de vulnerabilidad.
El resultado dejó a muchos migrantes con la percepción de un país profundamente polarizado. Por un lado, sectores de la comunidad venezolana rechazan a Jara por su militancia en el Partido Comunista, al que asocian con la ideología que responsabilizan por la crisis política y económica de su país de origen. Por el otro, ven con recelo a Kast debido a su retórica antimigración, considerada por algunos como xenófoba y comparada con la línea política de Donald Trump.
Ante este escenario, numerosos migrantes expresaron sentirse atrapados entre dos opciones que consideran extremas. Algunos manifestaron que, durante el próximo mes, evaluarán no solo su voto, sino también su permanencia en Chile, debatiéndose entre buscar un país donde puedan integrarse plenamente o quedarse en la nación que ya sienten como hogar, aun cuando ello parezca —según describieron— “lanzar una moneda de dos caras al aire”.
La segunda vuelta presidencial se celebrará el 14 de diciembre, en un clima cargado de incertidumbre para quienes viven en Chile como nuevos residentes.