Las personas trans pueden obtener un pasaporte estadounidense que se alinee con su identidad de género, según las reglas del juez
En una orden ejecutiva firmada en enero, el expresidente adoptó una definición estricta del sexo biológico, rechazando una interpretación más amplia del género. El documento establece que una persona es hombre o mujer y descarta la posibilidad de que alguien pueda hacer una transición del sexo asignado al nacer a otro género.
La jueza de distrito Julia Kobick concedió una moción para extender su fallo anterior a personas que desean obtener un pasaporte con un marcador distinto al masculino/femenino asignado al nacer, así como a quienes solicitan la designación “X”.
El fallo solo aplica a personas que actualmente no tienen un pasaporte válido, cuyo pasaporte vence en el plazo de un año, o que necesitan solicitar uno nuevo porque lo perdieron, se lo robaron, o necesitan actualizar su nombre o marcador de sexo.
Inicialmente, la decisión solo beneficiaba a los seis demandantes originales del caso.
El mes pasado, Kobick —nombrada por el presidente Joe Biden— falló a favor de una moción presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) para emitir una orden judicial preliminar, lo cual suspende la medida mientras el proceso legal continúa. Esa orden obliga al Departamento de Estado a permitir que seis personas transgénero y no binarias que son parte de la demanda obtengan pasaportes con marcadores acordes a su identidad de género.
“La Orden Ejecutiva y la Política de Pasaportes, en su forma actual, clasifican a los solicitantes según su sexo, y por tanto deben ser evaluadas bajo un escrutinio judicial intermedio”, escribió Kobick. “Ese estándar exige que el gobierno demuestre que sus acciones están sustancialmente relacionadas con un interés gubernamental importante. El gobierno no ha logrado cumplir con ese estándar.”
En su demanda, la ACLU explicó que a una mujer se le devolvió el pasaporte con una designación masculina, mientras que otras personas temen presentar su solicitud por miedo a que sea rechazada y el pasaporte retenido por el Departamento de Estado. Otra persona envió su pasaporte el 9 de enero para solicitar un cambio de nombre y de marcador de sexo, de masculino a femenino. Esa persona seguía esperando su pasaporte, según la demanda, y temía perderse una boda familiar y una conferencia de botánica este año.
En respuesta, la administración Trump argumentó que el cambio en la política de pasaportes “no viola las garantías de igual protección de la Constitución”. También defendió que el presidente tiene amplia discreción para establecer políticas de pasaportes y que los demandantes no sufrían daño alguno, ya que aún pueden viajar al extranjero./Ap