Ciudad del Vaticano, 11 de mayo de 2025 — El Papa Leo XIV se asomó este domingo por primera vez a la ventana del Palacio Apostólico para dirigir la oración del Regina Coeli, en una aparición que reunió a miles de fieles en la Plaza de San Pedro y a millones de personas alrededor del mundo.
Durante su alocución, el Santo Padre retomó el clamor por la paz de su predecesor, el Papa Francisco, al declarar con firmeza: “En el dramático contexto actual de una tercera guerra mundial en pedazos… yo también hago un llamado a los poderosos del mundo repitiendo estas palabras siempre actuales: ¡nunca más la guerra!”
Un grito por Ucrania y Gaza
El Pontífice recordó la “inmensa tragedia de la Segunda Guerra Mundial”, cuyo final se conmemoró el pasado 8 de mayo, y que dejó un saldo de 60 millones de muertos. A partir de esta memoria, dirigió su mirada a los conflictos actuales que asolan el mundo.
“En mi corazón llevo el sufrimiento del querido pueblo ucraniano”, afirmó el Papa Leo, al tiempo que instó a hacer “todo esfuerzo posible para alcanzar una paz verdadera, justa y duradera lo antes posible”. También pidió la liberación de todos los prisioneros y el regreso de los niños a sus familias.
Con profunda preocupación, se refirió a la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza. “Me duele profundamente lo que está ocurriendo. Que cese inmediatamente el combate, que se proporcione ayuda humanitaria a la población civil extenuada y que sean liberados todos los rehenes”, exhortó.
Esperanza y súplica sincera
En medio de los conflictos, el Papa destacó un rayo de esperanza con el reciente anuncio de un alto al fuego entre India y Pakistán. “Espero que, mediante las próximas negociaciones, se pueda alcanzar pronto un acuerdo duradero”, manifestó.
No obstante, advirtió: “¿Cuántos otros conflictos existen en el mundo?”, en alusión a las numerosas crisis olvidadas.
Al concluir, el Papa Leo XIV encomendó su “súplica sincera” a María, Reina de la Paz, para que la presente ante el Señor Jesús y “nos obtenga el milagro de la paz”.