Home Internacionales Trump acelera su agenda migratoria: Un millón de deportaciones este año

Trump acelera su agenda migratoria: Un millón de deportaciones este año

por Redacción web

Según un informe de The Washington Post, la administración Trump se ha propuesto la meta de deportar a un millón de inmigrantes en un año, más del doble del récord anual alcanzado bajo el gobierno de Obama.

La administración Trump ha establecido un objetivo no oficial de un millón de deportaciones de inmigrantes en el plazo de un año, según informó The Washington Post, citando a cuatro funcionarios federales actuales y anteriores con conocimiento de las discusiones internas. Esta cifra superaría con creces las cerca de 400.000 deportaciones registradas en un año durante la administración Obama. No obstante, aún no está claro cómo se medirá el cumplimiento de esta meta, lo que genera dudas sobre su viabilidad.

El asesor presidencial Stephen Miller lidera reuniones estratégicas diarias con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y otras agencias para acelerar las operaciones de deportación, enfocándose en los 1,4 millones de inmigrantes con órdenes finales de expulsión, muchos de los cuales permanecen en EE. UU. porque sus países de origen se niegan a aceptarlos.

Según fuentes oficiales, se están negociando acuerdos con hasta 30 países para aceptar a inmigrantes deportados que no necesariamente son sus ciudadanos. Ya han comenzado deportaciones hacia México, Costa Rica, Panamá e incluso Ruanda, lo que representa un giro importante en la política migratoria estadounidense.

En una declaración enviada por correo electrónico, el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, afirmó: “Toda la administración Trump está alineada en cumplir con este mandato, no con metas arbitrarias, usando un enfoque integral de gobierno para garantizar la deportación masiva de inmigrantes ilegales terroristas y criminales”.

Tanto el expresidente Trump como el vicepresidente JD Vance han expresado públicamente su respaldo a las deportaciones masivas. Trump ha prometido expulsar a “millones” de inmigrantes, mientras que Vance ha propuesto comenzar con un millón.

Sin embargo, obstáculos legales y operativos dificultan la implementación. El sistema de deportación estadounidense exige que los inmigrantes tengan acceso a tribunales migratorios, los cuales están ya sobrecargados con retrasos que pueden durar meses o años. “El proceso de deportación es largo”, indicó Doris Meissner, ex comisionada de inmigración.

Hasta finales de marzo, el DHS había deportado a más de 117.000 inmigrantes, según la portavoz Tricia McLaughlin, cifra que incluye arrestos realizados tanto por ICE como por la Patrulla Fronteriza. Añadió que “esto es solo el comienzo” y que estas cifras no incluyen a los inmigrantes que se han auto-deportado.

Los expertos creen que alcanzar el millón de deportaciones será extremadamente difícil. Se espera que ICE arreste a unas 240.000 personas este año fiscal, pero las proyecciones indican que solo 212.000 podrían ser efectivamente deportadas. Los vuelos de deportación han aumentado de unos 100 en enero a 134 en marzo.

El activista migratorio Tom Cartwright comentó: “Lograr un millón de deportaciones implicaría un aumento masivo. Si vas a deportar a un millón… ¿de dónde saldrán esas personas?”.

Ante las limitaciones, las autoridades están buscando vías alternativas, como las deportaciones a terceros países. Sin embargo, recientemente un error de ICE al deportar a un salvadoreño pese a una orden judicial generó fuertes críticas y nuevas revisiones judiciales.

Diversos tribunales federales han emitido fallos para frenar estas acciones. Un juez en Boston bloqueó temporalmente las deportaciones a terceros países sin brindar a los inmigrantes la oportunidad de pedir protección humanitaria. Otros jueces en Texas y Nueva York también han detenido deportaciones sin audiencias previas.

En respuesta, la secretaria del DHS, Kristi L. Noem, emitió un memorando que obliga a los agentes a verificar “garantías diplomáticas” que aseguren que los inmigrantes no serán torturados ni perseguidos en los países de destino. También se les debe informar de sus derechos y brindar una evaluación preliminar en menos de 24 horas, en la mayoría de los casos de forma remota.

Los abogados defensores advierten que este plazo es demasiado corto para garantizar tres el debido proceso. Si el inmigrante no logra demostrar que corre riesgo de tortura, será deportado. Si lo demuestra, su caso podría enviarse a un tribunal migratorio o ser reasignado a otro país.

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