Los merideños viven en una calamidad que no parece tener solución, sufren un deterioro de su calidad de vida, su salud física y mental ocasionada por los prolongados cortes eléctricos repetitivos entre dos a tres cortes diarios. La actividad cotidiana se ve afectada como la de los comerciantes, estudiantes y personas que atienden sus hogares se sienten frustrados e impotentes por no poder hacer bien su trabajo ni atender sus obligaciones.
Los prolongados apagones que se viven en la ciudad de Mérida son una calamidad que afecta a todos los sectores, tanto empresarial, industrial, comercial, como en la vida doméstica de adultos y niños. Además de los apagones, la Hidrológica Agua de Mérida implementa un plan de racionamiento de agua en el casco, zona norte y sur de la ciudad sin notificaciones y causa a la población. En consecuencia, las personas pueden tener entre 4 y 12 horas diarias sin fluido eléctrico y hasta 72 horas sin agua por tubería.
Finalmente, nadie da respuesta, ni una solución a la situación. Ningún gobernante que le corresponde sale a decir algo, están como la canción de Shakira, mudos, ciegos y sordos. El 25 de mayo hay proceso electoral y el pueblo dará su respuesta y una solución ese día con su voto. /Redacción RDM